De dónde surgió Ampiria? ¿Realmente existe un Creador, como comulga la mayoría de los habitantes? ¿O son los titanes los que intercedieron en su síntesis?
Me gustaría aclarar estas y otras muchas preguntas semejantes en las siguientes entradas, dando respuesta a vuestras consultas, los lectores. No quiero proceder a desvelar partes que tengo en mente plasmar en futuras entregas, pero sí a explicar de forma somera esta incógnita.
Ampiria es más extensa de lo que uno conoce con las dos primeras entregas de la saga. El continente va más allá de las ciudades conocidas y las islas aledañas de Alba Nocturna y Garingia. Archipiélagos, e incluso otro continente, se abre paso más allá de las fronteras conocidas. Quizás nunca se lleguen a conocer en la saga, pues las crónicas relatadas no transitan por ahí, mas quería que supiérais de su existencia.
Vayamos ahora con el tema de discusión: el origen de todo. Realmente aquí todos llevan razón, aunque cada uno presenta su verdad de forma algo incompleta. El Origen sucede merced a un ente llamado Khiros en la lengua común, o Cothamy en la élfica. Su propia concepción es una incógnita, y su alineamiento totalmente neutral. Él concibe la existencia de Ampiria en un deseo de ver prosperar y sucumbir a la vida según su propio albedrío. No se inmiscuye nunca en lo que ha creado, sino que deja que todo suceda según el criterio de ellos mismos, de sus creaciones. Para él, toda Ampiria es un tablero en cuya superficie se van alternando diferentes fichas que mueren y se crean. Muchos piensan que existirá un reinicio de todo el mundo cuando la vida llegue a su fin, aunque solo son profecías lanzadas al aire por profetas de dudosa reputación.
Los caballeros del dragón, quizás los más cercanos al dogma de Khiros, abrazan su neutralidad y propagan la doctrina del equilibrio, haciendo ver que todo sucede porque el destino así lo escribe. Creen en la maldad tanto como en la bondad, pues ambos sentimientos son necesarios para mantener el fiel de la balanza en equilibrio. El resto de ciudadanos de Ampiria, por otro lado, abrazan la idea de un Creador magnánimo y que vigila de ellos, realizando milagros y salvaguardando sus almas. Lo menos santos, se inclinan a pensar que todo son historias para apaciguar los males que azotan los malos tiempos, y se inclinan más a creer en la vida terrenal como único testigo de la existencia, dándoles igual si realmente hay un Creador o no.
Además de Khiros, existe todo un abanico de entes y creaciones en una jerarquía bien definida, aunque raras veces constatada por ningún habitante de Ampiria. Esa jerarquía es:
- Los Valtenios. Tienen forma humanoide, con una altura de más de cuatro metros y la piel recubierta por escamas tan duras como la que cualquier dragón. Su cabeza, de hecho, es la de una serpe, angulosa y con una lengua bífida. Son grandes maestros del conocimiento mágico, auténticos visionarios de la verdad absoluta. Nunca se inmiscuyen en la vida terrenal, y el día que lo hagan, será para la destrucción total de toda vida: el apocalipsis.
- Los Titanes. Son gigantes de piel grisácea cubierta por infinidad de runas brillantes. Sus ojos son focos luminiscentes que incendian entre explosiones todo aquello que observan. Khyros los mantiene dormidos en lugares concretos de toda Ampiria como una ficha más en en balanceo de su juego creado. Son mortales, según se cuenta en los Escritos perdidos de Kambios, donde se menciona que un héroe de nombre Silveos fue capaz de dar muerte a uno de ellos montado en un corcel alado y armado con una lanza mágica de poderes sobrenaturales. Khiros no tiene en mente despertar a titán alguno, pues su activación está en manos de los hombres, de sus sentimientos de poder, codicia y curiosidad por saber. Es consciente de que algún día sucederá ese despertar, momento que espera con ansias para ver cómo se desarrolla todo.
- Los Primeros nacidos. Se llaman así a los primeros hombres que poblaron Ampiria como creación absoluta de Khiros. Se dice que son inmortales y que ven pasar los años de forma impertérrita, confinados en lugares recónditos y alejados de toda sociedad. Suelen ser personas muy tranquilas y poco dados al combate. Prefieren mantenerse alejados de toda confrontación, mientras fomentan su conocimiento de la existencia. Khiros les cedió la inmortalidad para leer de sus mentes cómo fue la vida en Ampiria cuando estalle el Apocalipsis esperado.
Lo cierto es que ni siquiera la infinita sabiduría de Khiros contemplaba que la vida en Ampiria progresara con tanto ahínco y durabilidad. De hecho, esta es su primera y única creación, y donde él creía que iba a haber destrucción y muerte, la vida se abrió paso hasta el día de hoy. El libre albedrío de la gente libre quiso que se juntaran sociedades y feudos de protección, salvaguardando la existencia.
¿Y qué es la magia? ¿En qué se basa? ¿La creó Khiros también o fue una consecuencia del conocimiento de sus valedores? Eso lo veremos en la próxima entrega.